Sí, ha llegado el momento.
Sabemos que es difícil desprenderse de este “hijo” tuyo y que la decisión que has tomado no ha sido sencilla, pero sabes que esta es la hora.
Hablamos por supuesto del cierre de un negocio online o página web. La lógica nos hace pensar que es porque no ha funcionado bien, pero nada más lejos de la realidad ya que el principal motivo por el cual se cierran los negocios online en nuestro país es la falta de tiempo.
En nuestro caso, todos los días hablamos con emprendedores que decidieron abrir una tienda online como plan B debido a la incertidumbre laboral, o que pensaban gestionar en su tiempo libre. Meeeeeeeeh, gran error. Muy pocos negocios son eficaces con esta limitación y recurso escaso como es el tiempo, por lo que llega un momento en que se asfixia, se genera un cuello de botella y no permite proseguir con su camino.
Los clientes quieren más y más de las empresas, lo que se traduce en tiempo, si no puedes ofrecérselo, efectivamente, has llegado a un punto de no retorno.
Lo siento, pero tenemos que indicarte que la decisión de cerrar ha sido la más sencilla de todas, porque ahora se abre la tema denominada “calvario” y es comunicar a todos los interesados que cierras y dar de baja toda la operativa y acciones que tienes pendientes. No te preocupes, si vas por orden y eres metódico, sólo necesitarás altas dosis de paciencia y una gran voluntad para terminar con toda la operativa:
1. Avisa a los clientes
Y sobre todo, pon especial atención a esta cuestión si tu negocio se dedica a ofrecer servicios ya que este será un punto muy sensible de qué pasará a partir de ahora.
Prepara un Newsletter informativo, con apenas un par de párrafos explicando tu deseo de cierre y la fecha del mismo para avisar con antelación, e indicar que los interesados en adquirir los últimos productos aún pueden hacerlo.
Será conveniente que vuelvas a mandar otro Newsletter unos días después para recordarlo, o para avisar a aquellos despistados que no leyeron el primero y así poder indicarles cómo se procederá a partir del cierre en relación a las garantías, devoluciones, o la prestación de servicios. Seguramente tengas que hablar directa y personalmente con más de uno debido a su casuística, y así resolver dudas.
Utiliza también las redes sociales, e incluso un banner o el slider de la Home de la web para avisar. Aunque pienses que estás siendo reiterativo, los internautas necesitan más de 3 impactos en adultos, y de 7 siendo un público adolescente, para asimilar la información que publicas.
Una vez que hayas cerrado la empresa, debes dar de baja los perfiles en redes sociales que tengas habilitados con el fin de no dejar ninguna puerta habilitada y no llevar a error.
2. Gestiona los contactos
En cuanto des de baja el servidor, dominio y teléfono (si es que no usabas ya tu propio móvil personal) tienes que tener en cuenta que ya no podrás acceder y que por tanto, no podrán contactar contigo mediante ninguna de esas vías.
Avisa a todos los clientes, proveedores, o cualquier persona de interés de ese cambio, y facilítales una nueva forma de contacto, por ejemplo, un correo electrónico. Además, haz una copia de bases de datos de los contactos que hayas generado, piensa que el networking es la clave del éxito para tus relaciones profesionales como personales, y quien sabe, quizá de cara a futuro puedas necesitarlos, ¿no?
3. Solicitud de reembolsos
Esta será la parte más aburrida ya que es la que requiere más burocracia.
Debes solicitar la baja de suministros, de los servicios de los proveedores, el hosting, el dominio, el …. De todo lo que tenga que ver con la actividad del negocio.
Muchos de ellos se pagan de forma anual, semestral, trimestral, es decir, agrupada. Ponte en contacto con ellos, y notifícales la situación y la fecha de cierre, de tal forma que puedas solicitar el reembolso del periodo de tiempo que finalmente no vayas a disfrutar. Quizá facturen a mes completo, pero aún siendo así es una forma de poder recuperar unos euros, y que no te resulte tan caro el cierre.
4. Vender el stock y el equipo
También debes hacer inventario de todo lo que queda en la empresa, y justo antes de comunicar el cierre del negocio a los clientes, puedes tratar de darles salida a través del mismo canal de venta que has usado hasta ese momento, tu página web. Palabras como “Liquidación”, “Grandes descuentos” o “Destockaje” suelen ayudar bastante para que nuestros clientes tomen la decisión de compra. Piensa además que si haces un descuento o incluso vendes por debajo del coste si tienes prisa por liquidar, será una gran oportunidad para muchos usuarios de aumentar su ticket medio de compra.
Pero tranquilo, esta decisión no tiene que ser tan tajante y puedes aprovechar la oportunidad para traspasar el negocio online. Sí, sí, existe esa opción. Vendes el negocio al completo (página web, base de datos de clientes, stock, software de gestión, posicionamiento,...) a un nuevo dueño que pueda darle un mayor potencial, y de esta forma monetizas la operación. Por lo menos, no tiras tu tiempo e inversión económica aportada a la basura, sino que obtienes un retorno.
Antes de llegar a este punto, y de realizar los pasos que te comentábamos, ¿has pensado en traspasar tu negocio online?
Quizá puedas traspasarlo a un amigo, compañero del sector o incluso un proveedor. Es una opción que existe, y deberías contemplar.
Nosotros podemos ayudarte en este campo, y ayudarte a encontrar un comprador para tu negocio online, intermediar en la negociación y formalizar el traspaso verificando el cambio de titularidades de una forma segura y profesional.