Seguramente te has preguntado más de una vez qué ventajas supone comprar un negocio online en funcionamiento en comparación con montar uno desde cero. Y seguremente estás en ese momento en el que debes decidir cuál de las opciones elegirás para tu proyecto.
Desde Wadios, tenemos muy clara la respuesta. Con la compra de un negocio online no sólo consigues una idea y una página web, sino que dos factores muy importantes, y casi siempre olvidados en el emprendimiento: El posicionamiento y el know-how.
Internet nos ofrece el mayor escaparate para cualquier negocio, y aunque eso sea una característica positiva, en realidad se convierte en un hándicap para muchos que se pierden en la red porque no saben cómo conseguir una mayor visibilidad.
En el eCommerce, no juega un papel tan importante el liderazgo en costes y la diferenciación de productos como el que ponga un usuario lo que busca en Google, y aparezcas en la primera página. Al fin y al cabo es lo que hacemos todos cada día en repetidas ocasiones, por lo que es la clave para encontrar a tu target.
Al adquirir un negocio online, adquieres ese posicionamiento y esa reputación, por lo que también la confianza de clientes, que apostarán de nuevo por ti para satisfacer tus necesidades.
Al arrancar un proyecto desde cero, es muy costoso llegar a ese punto. Según los expertos dicen que entre dos o tres años. Con plataformas como Wadios, ayudamos a que los nuevos emprendedores puedan ahorrar tiempo y además partan de un know-how probado y testeado con su propio target y conversiones.
La venta de un negocio online puede realizarse por diversos motivos, no sólo por falta de rentabilidad económica, que es lo que tiende a pensar la mayoría de la gente.
Nuestra experiencia nos dice que la mayoría de emprendedores crean negocios online que luego se dan cuenta que no son capaces de atender por falta de tiempo, pero con un gran potencial por lo que no saben qué hacer con ellos. Nosotros les ofrecemos la posibilidad de que puedan monetizarlos y por otro lado, a los compradores, les ofrecemos la herramienta ideal para no tener que emprender desde cero. La experiencia es un grado, por lo que ya jugará en el mercado con información de qué es lo que funciona y lo que no.
Como cualquier negocio tradicional, una página web, blog, o aplicación requiere de diversas acciones de gestión más allá de la venta pura y dura. Labores comerciales, facturación, contabilidad, marketing, atención al cliente, desarrollo o mejoras web, logística, aprovisionamiento,… son algunos de los factores con los que hay que lidiar en el día, y que si combinas tu negocio online con otra actividad tienes que tener muy claro que tarde o temprano vas a tener que externalizar determinados servicios o delegar en empleados algunas funciones.
También existen otros motivos como quien lanza varias proyectos a la vez y sólo se queda con el más rentable por lo que el resto los saca a la venta, quien sólo crea negocios para hacerlos rentables y venderlos, quien amplía la familia y el nuevo retoño sustituye a la web, quien encuentra un trabajo y decide rentabilizar su proyecto, disolución entre socios dueños de negocios muy rentables que a fecha de hoy no comparten opiniones, … En fin, nos encontramos con muchas casuísticas, y por tanto, solemos atender a cada emprendedor vendedor, como comprador de manera personalizada. Al fin y al cabo tras cada negocio, hay una historia, un modelo y una cultura creada por el equipo gestor, y es necesario entenderla para saber si se le puede dar una segunda oportunidad, y si el nuevo dueño puede hacerla sostenible en el tiempo.
"Hay que aprender de la experiencia”
Si preguntamos a cualquier emprendedor de éxito sobre si repetirían los errores cometidos. El 99,9 % te dirán que sí, ya que gracias a esos errores, han visto qué es lo que no funcionaba, y por descarte han sabido cómo reaccionar para encontrar el buen camino.
Si ellos mismos, hubieran partido con esa experiencia de errores y aciertos, sin la incertidumbre y riesgos en primera persona, pero con toda la información, ya fiable porque está testeada ya en el mercado, no habrían perdido el tiempo en puertas que jamás se abrirían.
Nosotros ofrecemos a los compradores la opción de reemprender, y por tanto de comenzar un negocio con todo el know-how y modelo de negocio ya creado, por lo que pueden facturar desde el día uno, algo que no pueden ofrecer los otros modelos de emprendimiento.
Para hacer rentable un negocio, lo primero que recomendamos es crear un business plan, pero no el típico que prepararían para presentar al banco o a un inversor, sino uno más humilde y sincero, con tres escenarios: optimista, normal y pesimista. Esto les hace sentarse y pensar fríamente cómo deben actuar en cada una de las situaciones en las que se van a encontrar y por tanto eliminar la mayoría de las incertidumbres. Si saben qué necesitan facturar para conseguir alcanzar el punto muerto (es decir ganar lo suficiente como para asumir los costes en los que incurre) tienen marcados ya los objetivos para los primeros meses. A partir de ahí, deben pensar qué pueden hacer diferente a su competencia para mejorar año a año su rentabilidad y por tanto poder crecer.
Dar cifras concretas y genéricas para todo tipo de mercados es muy complicado. Las gigantes de Internet tienden a concentrar todo tipo de negocios en una misma página web, por lo que obliga de alguna forma al resto de tiendas online a atender a nichos de mercado muy concretos. Esta estrategia les hace muy rentables, y por tanto les posiciona muy bien, pero claro, habría que valorar cada caso concreto.
Nuestros vendedores lo saben bien, ya que nuestro formulario para subir el anuncio a nuestra plataforma, que es un servicio completamente gratuito, es algo más extenso que el que se puede encontrar en las plataformas de anuncios clasificados generalistas, pero claro, también porque cada variable es relevante y no podemos obviarla.
Nosotros consideramos como variables relevantes a la hora de analizar los negocios online factores como el número de visitas a la web, facturación, rentabilidad, antigüedad, posicionamiento SEO, campañas de SEM realizadas, perfiles en redes sociales y porcentajes de interacción, número de usuarios registrados en base de datos, número de clientes, importe de la cesta media, tasa de rebote, funnel de conversiones, stock, tecnología implementada, … Y multitud de cuestiones más dependiendo del negocio.
Lógicamente, no se le puede pedir lo mismo a un Seat Panda que a un Ferrari, y todos sabemos cuál de los dos es mejor coche, pero lo que sí que es cierto que el objetivo de una empresa es maximizar los beneficios, por lo que si a algo no le vas a sacar la máxima potencia, es más si tienes potencia de sobra que sabes que no vas a necesitar, no tiene sentido incurrir en determinados costes.
Tal y como comentábamos antes, los primeros meses, el objetivo es cubrir costes, por lo que si subimos este importe, también tendremos que conseguir una mayor facturación, lo que puede costarnos bastante.
Lo mejor es partir de soluciones estándar a todos aquellos que comienzan en ecommerce, y que no tienen muy controlada la parte técnica. Para usuarios más aventajadas, este tipo de soluciones también les son válidas, y si quieren funcionalidades más concretas y de las que este tipo de herramientas no dan soporte, siempre tienen la opción de pasarse a otras de desarrollo a medida, que lógicamente serán un poco más caras.