Quizá el titular te haya deprimido un poco. No es nuestra intención.
O quizá te haya hecho replantearte seguir con tu negocio. ¿Esta idea aún no te la habías planteado?
Bueno, no te preocupes. En esta vida todo tiene solución salvo la muerte, por lo que sólo tienes que ponerte las pilas.
Simplemente queremos mostrarte los síntomas que comienzan a parecer cuando un negocio online no va por el buen camino.
Esto no significa que sea un mal negocio, sino que la gestión del mismo no ha sido la idónea.
Si piensas que puedes cambiar tu forma de enfocar la estrategia, en ese momento será el momento justo para hacerlo, ya que las orejas del lobo empiezan a asomar, y no tiene sentido que esperes a situaciones más drásticas.
Si por el contrario, crees que has dado hasta dónde has podido, sabes, o crees, debes tener en cuenta los siguientes factores como señales para abandonar tu negocio.
1. Cada mañana te replanteas si esto es lo que quieres
Si cada día que vas a trabajar no vas con un chute de adrenalina, ilusión y pasión, este ya no es tu lugar. Lo fue en el pasado, pero ahora ya no tiene sentido.
No vivas como una vieja gloria de las reminiscencias de los éxitos pasados. Lo que importa es el ahora, y qué vas a hacer con ello de cara a futuro.
Quizá hayan otros campos o negocios que te llaman más, o quizá ahora tienes otro tipo de preocupaciones o prioridades que te hayan hecho cambiar el punto de vista.
2. Si las quejas no paran de llamar a tu puerta
Y eso puede ser por muchos motivos: clientes molestos por el servicio, plazos de entrega tardíos, redes sociales hablando sobre tu marca no muy bien, malas negociaciones con los proveedores, productos defectuosos, y un sinfín más de motivos que puedes imaginar y que no te escribimos para no repetirnos con tus pensamientos.
Es muy importante que tengas pensado un plan de contingencias para este tipo de situaciones, pero claro, esto no puede convertirse en el leit motiv de tu actividad en la empresa. Así no se disfruta, y lógicamente esto afecta directamente a los resultados de la empresa.
3. Si no llegas al umbral de rentabilidad
Aquí no hay más tu tía.
Piensa que los dos o tres primeros años como emprendedor vas a estar por debajo, pero a partir de ahí, debes situarte por encima del punto muerto, y comenzar a obtener beneficios, que para eso has montado un negocio. Ese es tu objetivo.
Revisa tu plan de negocio, y si no lo tienes hecho ya, replantea tu plan financiero en tres escenarios: pesimista, normal y optimista. A partir de ahí podrás ver cuál es tu ROI, y qué debe ocurrir para conseguirlo. ¿Es posible? ¿O persigues una utopía?
4. Cuando el producto que vendes es de moda, y ves que lo está dejando de estar por obsolescencia o por un producto sustitutivo
(Sonido de alarma) Eso es lo que tienes que estar escuchando en tu cabeza.
Si el negocio sigue dándote beneficios, no lo abandones, pero piensa que tiene fecha de caducidad, por lo que empieza a hablar con nuevos proveedores y mira qué posibilidades tienes de diversificar el negocio. Quizá de forma paulatina puedas hacer cambios, y que no sufra tu bolsillo.
5. Si nadie compra
Ya os comentamos en otro de nuestros post cómo vender con tu web, por lo que si aún no lo has leído, te recomendamos que pases por ahí y compruebes el checklist que te comentamos.
Si una empresa no sabe por qué no obtiene ingresos, ni cómo conseguirlos, o cambia el chip o está abocada al fracaso.
6. Ponte una fecha máxima
Si en esa fecha no has conseguido cambiar las cosas, es el momento de dejarlo.
No es necesario que te declares en bancarrota y apurar todos los cartuchos. Saber abandonar algo a tiempo también es un éxito, y una forma de que inviertas tu tiempo en algo que realmente te apasione y te de dinero.
Y una vez que esta temida y difícil decisión la has tomado: ¡Lo dejo!
¿Cuál es el siguiente paso?
- Terminar de cerrar todas las operaciones con tus clientes que tengas pendientes.
- Hablar con tus proveedores y otros stakeholders para comunicarles tu deseo de cesar la actividad.
- Dar de baja servidor y dominio.
O un momento, quizá lo interesante sería recuperar la inversión en esa web, o incluso sacarle una rentabilidad.
¿Lo has pensado?
¿Sabías que existía esa posibilidad?
Pues sí. Lo que necesitas es buscar un comprador al que traspasarle tu negocio. Así que busca toda la información que tengas acerca de tu negocio, y prepárala en un bonito informe.
Ponte en contacto en primer lugar con tus proveedores, e indícales tu deseo y ofréceles la posibilidad de integrarse verticalmente con tu web para llegar directamente a tu cliente final.
Quizá sea interesante, proponérselo a tu competencia, aquella con la que has luchado fehacientemente los últimos años puede estar interesada en tus clientes y stock.
Pero claro, para todo esto tienes que ser un negociador nato, y saber a quién y en qué momento debes ofrecer según qué información para no perjudicar la operación.
En estos casos te recomendamos que eches mano de expertos. En Wadios ofrecemos una serie de servicios adicionales que pueden ayudarte a conseguir traspasos de negocios online seguros, rápidos y lo mejor de todo, exitosos.