Esta semana hemos podido leer un estudio de Strato junto con la colaboración de Forsa en el que se ponía de manifiesto el potencial de los emprendedores online.
El mismo, indicaba que dos tercios de los emprendedores online no disponen de tienda online propia.
Entonces, ¿esto qué quiere decir?
Tiene lógica, tranquilos. Simplemente que no distribuyen a través de su propia página web, sino de la de terceros. Por ejemplo, venden a través de marketplaces como Amazon, Fnac, Ebay,…
A día de hoy, la opción de la afiliación sirve sobre todo para testear un tipo de producto en el mercado y conocer su aceptación de cara al consumidor.
Este tipo de plataformas son un buen comienzo para emprendedores primerizos que deseen tener una primera intromisión en este mundo online con la ventaja de aparecer en catálogos bastante importantes. Lógicamente, este tipo de ventas llevan consigo un margen neto mucho más ajustado, ya que por cada venta, se comparte un porcentaje con la plataforma en la que se realiza en el mejor de los casos, convirtiéndose en un fee (una tasa fija) por utilizar este canal.
Pero no sólo es interesante para este tipo de emprendedores. También es un canal muy interesante para aquellas marcas que deseen aumentar su canal de distribución más allá del propio, si es que disponen. Podemos poner un ejemplo, la marca de ropa y complementos Desigual vende a través de sus propias tiendas físicas, también en espacios multimarca como por ejemplo El Corte Inglés (tanto en su modalidad online como offline), en su propia tienda online, así como en marketplaces como Amazon. La estrategia es clara, conseguir una mayor visibilidad, y ofrecer sus productos a una mayor cantidad de público, de tal forma que en una misma búsqueda de bolsos, el comprador potencial pueda comparar sus productos con el de la competencia, y elegir.
Ahora bien, este tipo de estrategias tienen un techo.
Como ya comentábamos este tipo de estrategias reducen el margen de beneficios notablemente, por lo que si es nuestro único canal de distribución, supone que debemos vender altos volúmenes, por tanto tener un stock importante. Lo más sensato sería plantearse abrir una tienda online o comprar una tienda online.
Según este mismo estudio, el 40% de los encuestados (vendedores principalmente), la forma de fidelizar clientes sólo se consigue a través de una tienda online propia, ya que a través de un Marketplace, el usuario no se fija en muchos de los casos quién es el vendedor. Esta ausencia de branding también implica no poder generar una buena base de datos que reimpactar para conseguir aumentar el tráfico dentro del catálogo, por lo que al final, terminan sin poder salir de esa misma espiral.
En este estudio también se pone de manifiesto el potencial de este tipo de emprendedores que están desaprovechando. No hay diferenciación, ni valor añadido frente a la competencia, por lo que principalmente se compite por precio o por puntuaciones de los propios compradores con sus opiniones y reviews.
Una de las posibilidades que abre el mercado, es comprar negocios online que ya están en funcionamiento, y darles una nueva oportunidad. El precio de compra será en muchos casos inferior al que tendría un desarrollo ad hoc en el mercado y a su vez, ahorra tiempo y aporta la experiencia del propio vendedor y del sitio en sí.
Hay varios factores que hay que tener en cuenta antes de adquirir un negocio online, pero salvando estos pequeños detalles, es una muy buena oportunidad para pegar el salto, y conseguir potenciar muchos negocios que aún no saben el por qué no pueden vender más, y cómo podrían hacerlo.